China libera el potencial de sus desiertos para lograr la transición ecológica y liderar la carrera de inteligencia artificial
China despierta el potencial de sus desiertos para avanzar en la transición verde y liderar la carrera tecnológica
China está recurriendo a sus vastas regiones desérticas en el oeste del país para lograr su ambicioso objetivo de neutralización de carbono en 2060 y continuar su desarrollo tecnológico. Instalaciones generadoras de energía solar y eólica en áreas como Xinjiang, Qinghai, Gansu, Ningxia y Mongolia Interior están ayudando al gigante asiático a avanzar hacia su meta medioambiental y a impulsar su plan tecnológico «Datos del este y computación del oeste».
Impresionantes cifras de energía renovable en las regiones desérticas de China
Expertos chinos estiman que la capacidad actual de energía solar y eólica en las provincias desérticas del oeste de China alcanza los 600 gigawatios (GW). Este avance forma parte del plan de Beijing para incrementar su capacidad de energía renovable a 1.200 GW para 2030.
Desde 2021, China ha estado construyendo instalaciones en sus desiertos noroccidentales, logrando una capacidad de 100 GW al comienzo. En la actualidad, el 30% de estas plantas se encuentran en el desierto del Gobi, lo que demuestra el progreso del país hacia sus objetivos de carbono dual. Como mayor emisor de CO2 del mundo y principal consumidor de energía renovable, China tiene el reto de llegar a la cima de las emisiones de carbono en 2030 y alcanzar la neutralidad en 2060, lo que implica un aumento significativo en la proporción de energía generada a través de fuentes alternativas.
El sueño del padre del programa espacial chino se hace realidad
La creciente red de energía renovable en los desiertos chinos refleja el sueño de Qian Xuesen, el padre del programa espacial chino, quien imaginó en los años 80 la explotación de la energía eólica y solar del desierto del Gobi. Gracias a los avances tecnológicos actuales, ese sueño se está materializando a través de proyectos como la planta de transmisión energética UHV (Ultra-High Voltage) en el desierto del Tengger. La planta prevista incluirá 9 GW de energía fotovoltaica, 4 GW de energía eólica y 4,64 GW de energía suplementaria a base de carbón. Con una conexión directa de 1.634 km de longitud, se espera que esté operativa en 2025 y ayude a eliminar más de 16 millones de toneladas de CO2 anuales.
Aumento de la soberanía energética y el desarrollo tecnológico
El aprovechamiento de la energía renovable en sus desiertos permite a China aumentar su soberanía energética y potenciar aún más su desarrollo tecnológico. Esto incluye la producción de semiconductores avanzados a partir de microchips de generaciones anteriores, como ya demostró SMIC con el chip utilizado en el Mate 60 Pro de Huawei.
Proyecto «Datos del Este y Computación del Oeste»
China está llevando a cabo el proyecto ‘Datos del Este y Computación del Oeste‘, lanzado en 2022, para ampliar su red computacional y de centros de datos a nivel nacional. Este proyecto incluye la construcción de ocho «hubs» computacionales en diversas regiones del país, lo que permitirá potenciar el desarrollo de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial y los algoritmos de IA empleados en plataformas como YouTube o ChatGPT.
Transición verde y carrera tecnológica en el escenario global
La lucha contra el cambio climático y la competencia entre Estados Unidos y China en el ámbito tecnológico están vinculadas a la transición verde y la carrera tecnológica. A largo plazo, ambas potencias están conscientes de la importancia de las energías renovables y están invirtiendo en un nuevo sistema energético que les permita depender menos de los combustibles fósiles. China, con su liderazgo en emisiones de CO2 y consumo de energías limpias, confía en sus desiertos para lograr estos objetivos.
