Inteligencia Artificial: ¿Es legal la resurrección virtual?
Introducción
La resurrección virtual de personas fallecidas ya es una realidad gracias a la Inteligencia Artificial (IA). A través de esta tecnología, se pueden recrear imágenes, voces y características de personas muertas, permitiendo a sus seres queridos interactuar con ellas mediante dispositivos de realidad virtual. Paula Vega García, experta en propiedad intelectual e investigadora postdoctoral Margarita Salas de la Universidad de Oviedo, compartió esta información en el Congreso Internacional de la UNED sobre IA en Zamora.
Interacción con seres queridos fallecidos
La experta señala que en lugares como Corea y Estados Unidos, ya existe un mercado para la resurrección virtual de seres queridos fallecidos. Con la ayuda de gafas y guantes de realidad virtual, se pueden ver, tocar e incluso abrazar a estas representaciones virtuales de personas ya fallecidas, permitiendo una conexión emocional que antes no era posible.
Limitaciones legales y éticas
Esta revolución tecnológica plantea numerosas cuestiones legales y éticas, por lo que Vega García aboga por la necesidad de establecer límites y regulaciones en torno al uso de la IA para recrear personas fallecidas. La protección de datos, el derecho a la imagen y la explotación económica de la misma deben ser considerados al abordar el uso de esta tecnología.
El caso de Lola Flores
Un ejemplo de esta problemática es el anuncio publicitario en el que la fallecida artista Lola Flores aparece resucitada virtualmente para promocionar una marca de cervezas. La experta plantea preguntas sobre la legalidad y el consentimiento de este uso de la imagen y voz de alguien que ya no existe, así como quién tiene el derecho de autorizar su utilización.
Propuesta de regulación
Vega García propone establecer límites legales que rijan el uso de la imagen de personas fallecidas, de manera similar a las leyes de propiedad intelectual que protegen los derechos de autor, incluso hasta 70 años después de la muerte del creador. «Quizás haya que hacer una regulación más amplia, no sectorial, sobre todo, respecto de la explotación postmortem de esa imagen», sugiere.
Conclusiones
El avance en la IA y su capacidad para recrear virtualmente a personas fallecidas plantea nuevos desafíos legales y éticos. La adecuada regulación de esta tecnología es esencial para proteger los derechos de los individuos y sus seres queridos, así como prevenir el uso indebido y la explotación económica de la imagen de personas ya fallecidas.