Europa lidera el camino hacia una regulación de la Inteligencia Artificial (IA) al estar cerca de aprobar la primera ley mundial para regular esta tecnología en 2022. El Parlamento Europeo ha respaldado la norma con 523 votos a favor, 46 en contra y 49 abstenciones, abarcando aspectos como protección de derechos fundamentales, democracia, Estado de derecho y sostenibilidad medioambiental.
Un hito en la historia de la tecnología
La futura ley europea pretende resolver incertidumbres y potenciales riesgos que vienen acompañados del rápido crecimiento de la IA. Anteriores advertencias, como las hechas por Sam Altman, creador de ChatGPT, quien pidió la regulación de la IA en el Congreso de Estados Unidos, han generado preocupación por posibles consecuencias negativas.
La Unión Europea se adelanta a otros países buscando fomentar la industria europea con una regulación que garantice la seguridad de sus ciudadanos.
Prohibición de la vigilancia masiva y protección de la privacidad
La normativa incluye la prohibición de la vigilancia masiva en espacios públicos, permitiendo sólo su uso por las fuerzas del orden en casos específicos y con autorización judicial para identificar sospechosos de delitos graves como terrorismo, tráfico de personas o explotación sexual.
Además, la ley protegerá al sector artístico y cultural, estableciendo un mecanismo para garantizar el respeto a los derechos de autor y obligando a especificar cuando una creación ha sido generada a través de IA.
Limitación de aplicaciones invasivas
La legislación también restringirá aplicaciones que usen IA y atenten contra los derechos de los ciudadanos, como las que emplean sistemas de categorización biométrica basados en características sensibles y que capturen imágenes faciales indiscriminadamente para crear bases de datos de reconocimiento facial.
Otra restricción se aplica a la posibilidad de manipular el comportamiento de una persona, evitando la explotación de vulnerabilidades emocionales y psicológicas.
Europa, ejemplo en la regulación de la IA
Definida como un «triunfo de la democracia europea» por el eurodiputado socialista Ibán García del Blanco, negociador en las conversaciones finales de la ley, la norma se considera equilibrada y fomenta la innovación y un espacio favorable para la inversión y la investigación.
Esta ley marcará un hito para futuras negociaciones a nivel internacional, pero no entrará en vigor efectivamente hasta el año 2026.
Reacciones y posibles impactos
Expertos en IA, como Juan Ignacio Rouyet, profesor de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), consideran que la ley es un paso importante aunque no suficiente. Destaca que aporta «tranquilidad» y favorece la «innovación«, y supone un avance necesario para Europa.
La nueva norma podría impulsar el desarrollo innovador y obligar al resto de los competidores a adaptarse. Europa ha dado el «primer golpe» a escala global, estableciendo regulaciones inteligentes que mitigan riesgos y temores relacionados con la IA.
