Apagón global y «algo peor» si continuamos utilizando esto
Introducción
En la búsqueda constante por energías sostenibles y tecnologías eficientes, nuestra sociedad ha encontrado en las inteligencias artificiales (IA) un gran aliado. Sin embargo, este avance tecnológico podría tener un lado oscuro: un potencial apagón mundial debido a su creciente consumo eléctrico. La industria de la IA debe enfrentarse a este desafío y buscar soluciones para evitar un impacto negativo en el suministro energético global y el medio ambiente.
El auge de las inteligencias artificiales y su creciente demanda de energía
Las IA han experimentado un crecimiento vertiginoso en los últimos años y su presencia se ha extendido en múltiples sectores. Esta tecnología ha sido impulsada por empresas líderes a nivel mundial y promete una revolución comparable al auge de internet en los años 2000. Sin embargo, el funcionamiento de las IA requiere de centros de datos que consumen enormes cantidades de energía eléctrica, lo que genera un crecimiento constante de la demanda energética.
La huella eléctrica de las IA y el riesgo de un apagón mundial
En 2022, los centros de datos de las IA consumieron aproximadamente 460TWh de electricidad. Se estima que para 2026, este consumo aumentará a 1000TWh, lo que equivale al total del consumo actual de Japón, un país con una población de 125 millones de personas. Estas cifras representan un desafío para la sostenibilidad energética y el medio ambiente, ya que el consumo de energía de las IA conlleva emisiones de gases de efecto invernadero.
Posibles alternativas para frenar el consumo eléctrico de las IA
Para evitar un apagón mundial y reducir su impacto medioambiental, las empresas de IA están estudiando diferentes soluciones. Una alternativa es el desarrollo de modelos de IA más pequeños que se puedan ejecutar en dispositivos personales, aprovechando su potencia de procesamiento. De este modo, se reduce la carga de los centros de datos y se ahorra energía.
Otra opción es la adopción de fuentes de energía más sostenibles. Microsoft planea instalar centrales nucleares modulares en sus centros de datos, aunque esta medida podría implicar un aumento de residuos nucleares. Por su parte, el CEO de OpenAI ha invertido en el desarrollo de la fusión nuclear como fuente de energía limpia y renovable.
El dilema de las inteligencias artificiales y su futuro
Las IA son una tecnología tan novedosa y prometedora que aún se encuentran en una etapa temprana de regulación. El principal desafío que enfrentan es su consumo eléctrico y el impacto medioambiental asociado. Es posible que innovaciones como la energía virtual, que está siendo implementada en Estados Unidos, contribuyan a una convivencia sostenible entre las IA y el suministro energético mundial. No obstante, aún quedan muchos obstáculos por superar para garantizar un futuro sostenible para las IA y la sociedad en su conjunto.