La inteligencia artificial y la biometría revolucionarán la experiencia de comprar en el supermercado
Introducción al futuro de la compra en el supermercado
Si bien la tecnología progresa a gran velocidad, la compra en supermercados no ha experimentado cambios significativos en años. A pesar del avance constante en métodos de pago, todavía persisten ciertas costumbres obsoletas, como el uso de monedas para desbloquear carritos. No obstante, expertos aseguran que la inteligencia artificial (IA) y la biometría podrían ofrecer transformaciones significativas en la experiencia de compra en el supermercado en un futuro cercano.
¿Qué papel juega la inteligencia artificial en la industria?
La IA puede considerarse un factor clave para la implementación de robots reponedores en supermercados. Estos robots podrían utilizar algoritmos de aprendizaje automático para detectar y reponer productos con base en el flujo de clientes y las necesidades de cada estantería. Actualmente, este tipo de soluciones ya es aplicado en ciertos almacenes industriales.
Además, la IA puede ayudar a optimizar el inventario y los pedidos en establecimientos comerciales, disminuyendo el desperdicio de alimentos. Por ejemplo, empresas como Freshflow están desarrollando sistemas de inteligencia artificial que analizan factores como eventos locales, clima y vida útil de productos para realizar ajustes eficientes en las órdenes realizadas a proveedores.
Productos frescos y etiquetas inteligentes
BlakBear, una compañía especializada, ha creado etiquetas inteligentes con sensores que detectan temperatura y presencia de dióxido de carbono en bandejas de carne y pescado. Estos datos son accesibles a través de dispositivos móviles, permitiendo a los encargados del supermercado modificar las fechas de caducidad y garantizar a los clientes que obtendrán productos frescos. Dichas etiquetas también pueden notificar a los usuarios cuando un producto se encuentre próximo a caducar en su hogar.
Carritos de compra con inteligencia artificial
Amazon, un gigante en comercio electrónico, ha intentado implementar sistemas de supermercados sin cajeros, donde los clientes pueden tomar productos y salir sin contacto humano. No obstante, esta iniciativa no ha resultado perfecta y han tenido que contratar supervisores para garantizar la efectividad del sistema. A raíz de esto, Amazon está enfocándose en la creación de carritos inteligentes con pantallas táctiles y escáneres que faciliten la experiencia de compra y pago para los clientes.
La idea es que estos carritos inteligentes puedan personalizar la experiencia de compra, haciendo recomendaciones de productos basadas en el historial de compras y ofreciendo descuentos instantáneos de marcas preferidas.
Adiós a las tarjetas de crédito y bienvenida a la biometría
El futuro del pago en supermercados apunta a la biometría, tal como lo demuestra Amazon al brindar la opción de pagar con la palma de la mano en sus tiendas físicas en EEUU. La empresa ha lanzado la aplicación ‘Amazon One’, que permite a los usuarios asociar datos biométricos y métodos de pago para utilizar este sistema de forma segura.
La preocupación por la privacidad y la confiabilidad de compartir información biométrica sigue siendo un tema a considerar. Sin embargo, Amazon asegura que las imágenes de las manos de los usuarios se encriptan y almacenan de forma segura en la nube.
En conclusión, es evidente que la inteligencia artificial y la biometría cambiarán la forma en que compramos en supermercados. A pesar de estos avances, la inflación seguirá siendo un factor constante en nuestras experiencias de compra.
