El «genio» escapa de la lámpara y se infiltra en las urnas de todo el mundo
La inteligencia artificial en las elecciones: ¿una amenaza para la democracia?
Los expertos advierten que la inteligencia artificial (IA) generativa podría tener un impacto desastroso en la democracia, especialmente en un año que se perfila como el más electoral de la historia. Este tipo de IA permite la creación de «falsas verdades» a través de palabras, imágenes, videos y audios, dificultando cada vez más distinguir la verdad de la ficción.
La IA generativa en ámbito político
En 2024, tecnologías como ChatGPT, Midjourney o Stable Diffusion multiplicarán su influencia en las redes sociales, con el potencial de convertirse en medios de desinformación de masas. Para hacer frente a este fenómeno, se requiere una supervisión y gobernanza de la IA mucho más fuerte.
La desinformación ya se considera el «mayor riesgo» para los próximos dos años, según el informe Global Risks Report presentado en Davos. Este informe advierte que los vídeos de campaña generados por IA pueden influir en los votos, provocar protestas, e incluso llevar a escenarios extremos de violencia y radicalización.
¿Qué podemos esperar en las próximas elecciones?
La IA generativa está avanzando rápidamente y su alcance parece estar creciendo. Algunos ejemplos concretos incluyen casos de políticos utilizando «deep fake» para desacreditar a sus oponentes, y empresas creando avatares de candidatos presidenciales para interactuar o debatir en plataformas en línea.
Para combatir la desinformación, instituciones como la BBC han creado Departamentos de Verificación para supervisar las redes y luchar contra las falsedades. A medida que la IA generativa se afianza en el ámbito de la información, resulta esencial la cooperación entre los gigantes tecnológicos para establecer regulaciones adecuadas.
Medidas para proteger la «integridad electoral»
Algunas legislaciones han comenzado a tomar medidas para combatir la IA generativa en el contexto político. La Ley de Servicios Digitales de la UE de 2022 y la Ley de Seguridad Online del Reino Unido de 2023 son ejemplos de ello.
Sin embargo, aún no se ha logrado una supervisión completa en países como Estados Unidos, donde la IA no está adecuadamente regulada. Las compañías como Alphabet y Meta han implementado medidas propias, como exigir que los anuncios políticos generados por IA sean claramente identificados y la prohibición de utilizar su tecnología de IA para fines políticos.
En resumen, la IA generativa puede ser una herramienta poderosa para incrementar la participación electoral y la información política, pero también puede ser fácilmente manipulada. Es fundamental tener en cuenta las implicaciones potenciales de esta tecnología, y tomar medidas adecuadas para prevenir su abuso antes de que pueda erosionar nuestra democracia y nuestras instituciones.
