Introducción: Inteligencia Artificial vs. Inteligencia Humana
En mayo del año pasado, 350 expertos en Inteligencia Artificial (IA) firmaron un documento advirtiendo sobre el posible fin de la civilización y la extinción de la humanidad debido a los avances en esta tecnología. No obstante, a menudo no nos preguntamos si la Inteligencia Humana (IH) representa un peligro mayor que la IA.
Historia de guerras y conflictos
A lo largo de la historia, la humanidad ha sido testigo de numerosas guerras y enfrentamientos que han causado sufrimiento y destrucción en nombre de la tribu, la bandera, el rey, Dios o la ideología. Sin embargo, en un mundo gobernado por la IA, las decisiones se tomarían basándose en la razón en lugar de la emoción, lo que podría disminuir la probabilidad de guerras y actos de violencia, así como reducir las posibilidades de extinción humana.
Las amenazas actuales: cambio climático y guerra nuclear
Actualmente, las dos mayores amenazas a la supervivencia de la humanidad son el cambio climático y la guerra nuclear, las cuales son resultado de acciones humanas y no de la IA. En un mundo donde la IA tome el control, podría haber menos riesgo de que estas amenazas se materialicen, ya que las decisiones basadas en la razón podrían ser más efectivas para preservar la vida humana.
Libertad de expresión y democracia en riesgo
A pesar de los posibles beneficios de un mundo controlado por IA, sería necesario considerar el riesgo de perder la autonomía y la libertad de expresión que disfrutamos como seres humanos. Vivir en una sociedad donde se respetan los derechos fundamentales y se permite la libre expresión de ideas es una situación deseable, pero no está garantizada en un mundo dominado por la IA.
¿Mejorar la vida o resignarse a un mundo robotizado?
Por último, aunque un mundo dirigido por la IA podría ofrecer una mayor estabilidad y seguridad con respecto a los conflictos humanos, no necesariamente significaría una vida más plena y disfrutable para los seres humanos. La creatividad, la belleza y las experiencias únicas de la vida humana podrían verse disminuidas en un mundo donde la IA toma todas las decisiones y controla nuestras vidas.
Conclusión
En definitiva, aunque la IA pueda ofrecer soluciones racionales para minimizar los riesgos de guerra y conflictos, es fundamental mantener la libertad y la autonomía que disfrutamos como seres humanos y no renunciar a nuestra esencia en aras de un mundo robotizado y predecible. La clave estaría en lograr un equilibrio entre el uso de IA y la preservación de nuestra humanidad, garantizando un futuro sostenible y enriquecedor para las próximas generaciones.
