La inteligencia artificial se acerca a su propia catarsis puntocom: «Muchos valores están sobrevalorados»
Inteligencia artificial generativa: ¿Estamos ante otra burbuja financiera?
La inteligencia artificial generativa es considerada por muchos expertos como la mayor revolución tecnológica desde la aparición de Internet. Su capacidad para transformar el empleo, la creación y consumo de contenidos, la comunicación y prácticamente cualquier faceta de la vida digital ha impulsado la inversión en las compañías dedicadas a su desarrollo. Sin embargo, hay analistas que advierten de un posible paralelismo con el estallido de la burbuja de las puntocom y un final similarmente desastroso.
¿Estamos repitiendo la historia de la burbuja de las puntocom?
Si bien el colapso de la burbuja de las puntocom no destruyó Internet, numerosas startups digitales fracasaron debido a la falta de un modelo de negocio rentable. Borja Ribera, profesor de EAE Business School y director de la firma financiera GVC Gaesco, señala que aunque no quiere usar el término «burbuja» todavía, es cierto que muchas valoraciones de empresas de inteligencia artificial están infladas y difícilmente justificables en términos de rendimientos futuros.
Desarrollar tecnologías de inteligencia artificial resulta costoso
Crear tecnologías de inteligencia artificial es una tarea compleja y costosa. Se requieren centros de datos de última generación y equipos creados por pocas empresas en el mundo. Además, el consumo energético asociado al entrenamiento y operación de los sistemas de inteligencia artificial es altísimo. Google, por ejemplo, tiene previsto invertir 100.000 millones de dólares en proyectos de inteligencia artificial en los próximos años, mientras que Microsoft está invirtiendo esa misma cantidad en un centro de datos para OpenAI.
Riesgos para los inversores en inteligencia artificial
El enorme apetito de los inversores por contar con tecnologías de inteligencia artificial ha llevado a un aumento de las valoraciones en el mercado, lo que puede generar miedo a quedarse fuera (FOMO, por sus siglas en inglés). Algunos de estos inversores podrían estar pagando un precio excesivo por compañías con modelos de negocio poco claros o sin una vía obvia para monetizar su tecnología.
Las empresas especializadas en inteligencia artificial están empezando a experimentar despidos y reorientaciones de negocio, mientras que también enfrentan posibles barreras tecnológicas y regulatorias. Incluso gigantes como Facebook (ahora Meta) no están exentos de riesgos, como se evidenció recientemente al experimentar una devaluación en bolsa tras anunciar su inversión en metaverso y tecnologías basadas en inteligencia artificial generativa y realidad virtual.
Conclusión
La inteligencia artificial generativa tendrá sin duda un impacto fundamental en la economía y el empleo, pero es importante que los inversores valoren el riesgo de comprar acciones o participaciones en empresas con modelos de negocio poco claros o excesivamente caros. El futuro de la inteligencia artificial es prometedor, pero como ocurrió con las empresas puntocom, no todas las compañías que apuestan a esta tecnología podrán aprovecharla exitosamente.