La repercusión de la inteligencia artificial en el derecho de autor: se cuestiona si está infringiendo miles de creaciones protegidas | Cultura
La Revolución de la Inteligencia Artificial Pone en Peligro el Derecho de Autor
La capacidad de pensar del cerebro humano es infinita. En cada aspecto de nuestra vida, desde las tareas diarias hasta los grandes proyectos, nuestras mentes no dejan de concebir ideas. Pero a veces, en alguna mente privilegiada, aparece una idea brillante. Hace años, la mente de George R. R. Martin dio vida a una historia de dragones, hielo y traiciones que ha cautivado a millones de lectores. El estilo único de dibujo de Pepe Larraz es aplaudido y buscado por su perfección en el arte de las ilustraciones en viñetas. Y Kelly McKernan inventa y pinta mujeres envueltas en atmósferas oníricas. Estas ideas, este arte y talento, es lo que llamamos cultura y es considerada tan importante para la sociedad que se protege con el derecho de autor. Sin embargo, el surgimiento de la inteligencia artificial (IA) plantea una amenaza colosal para esta protección.
Los artistas mencionados anteriormente, George R. R. Martin, Pepe Larraz y Kelly McKernan, han presentado quejas públicas y denuncias legales contra el uso no autorizado de sus obras por parte de sistemas de inteligencia artificial. Esto es similar a lo que le sucedió al actor Stephen Fry cuando descubrió que un documental estaba empleando su voz sin su consentimiento. Scarlett Johansson también ha tomado acciones legales contra una aplicación que utilizó su imagen y nombre en un anuncio sin su permiso. El futuro ya está aquí y afecta a todos los aspectos de nuestras vidas, desde la huelga de guionistas e intérpretes de Hollywood hasta las primeras conferencias de las Naciones Unidas sobre el impacto de la IA en el cine. Incluso la Unión Europea está preparando un reglamento para hacer que esta tecnología sea más justa, especialmente en el ámbito creativo. La pregunta es: ¿está la inteligencia artificial robando las obras a los artistas?
Podemos ver que esta historia se repite. En el pasado, internet trajo consigo nuevas oportunidades para las artes, pero también dio lugar a la piratería, un enemigo público que ha persistido durante décadas. Sin embargo, hoy en día los peligros son aún mayores, ya que no solo se trata de la cultura, sino también de la privacidad, la estabilidad y la salud de los ciudadanos. Incluso el presidente de Estados Unidos ha recurrido a una ley de los años 50 para controlar los avances tecnológicos que representen un riesgo para la seguridad nacional. Los dilemas relacionados con la inteligencia artificial afectan desde la Casa Blanca hasta los hogares comunes. Berta Prieto, guionista y actriz, incluso se preguntó si debería devolver una beca obtenida gracias a esta tecnología. Estos son problemas sin precedentes que han surgido recientemente y que continúan creciendo.
Los abogados expertos en propiedad intelectual advierten que el uso de la IA para imitar obras de arte puede constituir una infracción de derechos de propiedad intelectual. Además, existe el riesgo de que las obras generadas por IA sean consideradas plagio. Por esta razón, la futura normativa de la Unión Europea busca registrar a los sistemas de IA generativos y obligarlos a ser transparentes en cuanto a su uso. También se está considerando la posibilidad de incluir una advertencia explícita en todas las obras generadas por IA para evitar confusiones y deepfakes. Sin embargo, el problema más complicado es que una vez entrenadas, las máquinas pueden empezar a generar su propia oferta cultural, compitiendo directamente con los artistas que han sido imitados. Esto plantea serios dilemas éticos y legales, ya que las obras generadas por IA podrían carecer de protección autoral y ser utilizadas sin autorización.
El escritor Lorenzo Silva sostiene que las obras generadas por IA carecen del alma que surge de los deseos, esperanzas, dolores y violencia humanos. Aunque muchos narradores no ven a la IA como una competencia real, el hecho de que las máquinas estén siendo entrenadas con obras protegidas por derechos de autor plantea un problema serio. Es fundamental proteger los derechos de los artistas y encontrar un equilibrio entre la IA y la creatividad humana. La tecnología debe ser una herramienta para potenciar el arte, no una amenaza para los artistas. Solo a través de una regulación adecuada y una mayor conciencia sobre el tema podremos garantizar un futuro justo para la cultura y el derecho de autor en la era de la inteligencia artificial.
