Un agujero de 10 mil millones de dólares en Amazon desencadena ola de despidos y apuesta por la IA para rescatar el desastre de Alexa.
Amazon pierde la fe en su asistente virtual Alexa
El año 2022 ha sido testigo de múltiples despidos dentro de las compañías tecnológicas más grandes del mundo, como Amazon, Google, Apple, Twitter, Microsoft y Meta. Entre todas ellas, se han registrado cifras de cientos de miles de trabajadores despedidos, lo cual convierte a este año en uno de los peores en cuanto a seguridad laboral para la industria tecnológica. Gran parte de estos despidos se deben a la reestructuración de la fuerza laboral y a la reducción de presupuestos, pero otro factor a tener en cuenta es el avance de la inteligencia artificial.
Herramientas como ChatGPT y Midjourney han llegado al mercado para revolucionar la forma en que las empresas trabajan, valorando en muchos casos, la inteligencia artificial sobre sus propios empleados. Como resultado, se han producido despidos masivos en varias de estas firmas, y de acuerdo con Ars Technica, Amazon es la última compañía en subirse al carro del despido masivo, apostando por la inteligencia artificial por encima de la división de Alexa, a la que considera menos rentable.
La rentabilidad de Alexa en entredicho
La baja rentabilidad de Alexa no es ninguna sorpresa para la industria y, en 2022, los cálculos indicaban que Alexa registró una pérdida de 10.000 millones de dólares. Desde que Jeff Bezos dejó de ser el CEO para darle el puesto a Andy Jassy, ha quedado claro que a Jassy no le entusiasma tanto el asistente virtual como a su predecesor. Esto ha afectado directamente la división de la compañía enfocada en la asistente virtual, al no resultar tan rentable como se esperaba.
La culpa residiría en la forma en que los usuarios interactúan con Alexa. A pesar de venderse por el precio de coste, el asistente recibe alrededor de mil millones de interacciones semanales, pero únicamente una pequeña fracción de ellas implica gasto de dinero en Amazon o en otros productos. La mayoría de las consultas están relacionadas con escuchar música o conocer el clima, lo cual no genera ninguna entrada económica para Amazon. Por ello, la empresa ha decidido apostar por la inteligencia artificial y, en una comunicación interna, ha anunciado que esto afectará a “varios cientos de empleados”. De esta forma, la IA ha sido el instrumento de otra ronda de despidos en el gigante tecnológico.
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Foto de portada de Nicholas J Leclercq (Unsplash)
