Un robot humanoide crea una obra de arte valorada en más de 100.000 euros y Ai-Da reaviva el debate sobre los límites de la tecnología.
La Revolución de la Robótica en el Arte
La robótica está tomando un papel central en la evolución tecnológica contemporánea. Recientemente, hemos sido testigos de avances notables, como un robot de 36 kilos capaz de cambiar la industria y la presentación de los Optimus de Tesla en un evento encabezado por Elon Musk. Sin embargo, uno de los desarrollos más fascinantes se encuentra en la intersección entre la robótica y el arte.
Subasta de una Pintura Robótica en Sotheby’s
Según el portal TechSpot, se ha anunciado la subasta de una obra titulada «AI God«, que se espera que alcance más de 100.000 euros. Este cuadro es una creación de un robot humanoide que rinde homenaje a Alan Turing, el pionero de la computación que estableció las bases de la inteligencia artificial.
Ai-Da: La Primera Artista Robot
La autoría de la pintura corresponde a Ai-Da, considerado el primer artista robot ultra-realista del mundo. Su nombre rinde homenaje a Ada Lovelace, la primera programadora de ordenadores. Ai-Da es el resultado de una colaboración entre Aidan Miller, un comerciante de arte británico, y la empresa de robótica Engineered Arts, junto con investigadores de la Universidad de Oxford.
¿Cómo Crea Ai-Da?
Esta innovadora artista utiliza cámaras en sus ojos para observar el lienzo. Estos datos son procesados por algoritmos de inteligencia artificial que guían sus manos robóticas en movimientos precisos y controlados.
Relevancia de la Pintura de Turing
Ai-Da ya había creado retratos de figuras como la Reina Isabel II y Paul McCartney, pero su obra dedicada a Turing ha cobrado especial atención. Este retrato fue incluso expuesto en una cumbre de la ONU. Además, Ai-Da posee ciertas habilidades lingüísticas gracias a su modelo de inteligencia artificial, lo que le permite cuestionar los límites entre lo digital y lo físico, así como entre lo humano y lo mecánico.
La Contribución de la Robótica al Arte
La capacidad de Ai-Da de combinar arte y tecnología no solo refleja los avances en robótica, sino que también abre nuevas puertas a la creatividad y a la exploración artística. La subasta de su obra es un claro indicativo de cómo la tecnología y el arte pueden coexistir y enriquecerse mutuamente en el futuro.