Médico con cáncer de mama desarrolla algoritmo de IA «prometedor» para mejorar su pronóstico
Introducción
En 2018, el doctor Christopher Gregg, investigador del Instituto Oncológico Huntsman de la Universidad de Utah, fue diagnosticado con cáncer de mama metastásico en estadio IV. A pesar de la gravedad del diagnóstico, el neurocientífico y profesor universitario de genética humana decidió utilizar su habilidad para buscar soluciones en vistas a mejorar su tratamiento y el de otras personas con la misma afección.
El cáncer de mama en hombres
Aunque es mucho menos común que en mujeres, el cáncer de mama también puede afectar a hombres. La Sociedad Americana del Cáncer estima que, en 2023, se diagnosticarán aproximadamente 2.800 casos de cáncer de mama en hombres en Estados Unidos, y 530 de ellos fallecerán. Dado que esta enfermedad es muy poco frecuente en hombres, en muchos casos, se diagnostica sólo cuando ya se encuentra en estadios avanzados.
Mejorar la atención en pacientes metastásicos
Gregg comenzó a enfocar sus investigaciones en la idea de utilizar los medicamentos disponibles de manera más eficiente para tratar el cáncer metastásico. Así fue como se interesó en la «terapia de extinción». Este enfoque innovador consiste en introducir un nuevo medicamento antes de que el cáncer desarrolle resistencia al tratamiento actual, atacándolo antes de que pueda progresar.
Desarrollando una herramienta basada en inteligencia artificial
Con el objetivo de «salvar vidas», Gregg comenzó a trabajar en una herramienta que ayudara a los oncólogos a seleccionar el tratamiento adecuado en el momento preciso para cada paciente. Utilizando datos de su propio tratamiento del cáncer de mama, él y su equipo crearon un algoritmo que emplea inteligencia artificial para analizar síntomas de pacientes a partir de información vocal y conductual recopilada a través de teléfonos inteligentes.
Un algoritmo que será utilizado en un ensayo clínico en pacientes con cáncer
El algoritmo desarrollado por Gregg y su equipo es capaz de predecir cambios en los síntomas de un paciente a lo largo del tiempo. Esto permite a los oncólogos ajustar los tratamientos con el fin de evitar toxicidades y efectos secundarios peligrosos, diseñando el mejor plan de terapias para cada caso. Esta herramienta innovadora hizo que el equipo dirigido por Gregg resultara ganador del 11º taller anual de Oncología Matemática Integrada (IMO) del Moffitt Cancer Center.
Gracias a una subvención de 50.000 dólares otorgada en el taller de la IMO, Gregg y su equipo continuarán mejorando la herramienta y la pondrán a prueba en un ensayo clínico en el Moffitt Cancer Center a partir de enero de 2024.
Un futuro más esperanzador
Desde su diagnóstico en 2018, Gregg y su equipo médico han podido gestionar eficazmente la resistencia al tratamiento en su caso. Actualmente, el profesor se encuentra en buen estado de salud y sigue buscando formas de controlar la enfermedad. Su objetivo es convertir el cáncer de mama metastásico en una enfermedad crónica controlable que permita a los pacientes disfrutar de alta calidad de vida por mucho tiempo.
La investigación de Gregg ha sido respaldada por los Institutos Nacionales de la Salud, el Instituto Nacional del Cáncer, el Centro de Excelencia Moffitt para Terapia Evolutiva, Storyline Health Inc. y la Fundación Huntsman contra el Cáncer.
